FICVALDIVIA 2021: LOS HUESOS Y ALICIA SOÑÓ CON UN FARO

FICVALDIVIA 2021: LOS HUESOS Y ALICIA SOÑÓ CON UN FARO

por - Festivales
18 Oct, 2021 10:47 | Sin comentarios
Algunas palabras sobre las dos películas de apertura de la última edición del Festival Internacional de Cine de Valdivia.

Una línea invisible atraviesa las dos películas chilenas de apertura en FicValdivia: Los huesos de Cristóbal León y Joaquín Cociña y Alicia soñó con un faro de José Luis Torres Leiva construyen dos emotivos relatos donde dos mujeres son protagonistas de sus propias historias. Antagónicas a veces, pero similares otras, estas mujeres ponen en evidencia una búsqueda que se convierte en un modo de estar en el mundo. 

Los huesos es un relato ficticio de la “supuesta” primera película animada stop-motion del mundo hecha en Chile,  fechada en 1901 y encontrada en una excavación en 2021. Es una película construida como una mamuscha: una ficción dentro de otra, donde el eje es la joven. Las imágenes en blanco y negro cuentan cierto ritual donde una chica arma sobre unos huesos desarmados unos cuerpos esqueletizados y sin carnadura. En esa especie de rito algo macabro, surgen las cabezas de Diego Portales y de Jaime Guzmán hacedores de un Chile oligárquico, clasista y autoritario.  

La película, lúdica y bella, va a constituirse como una reflexión sobre cine los orígenes y los precursoresw del cine; también medita sobre su preservación y no deja afuera la esfera más política y más pública. 

Los huesos

Entre lo macabro y el juego, entre el trabajo y la política, una joven mujer da vida, como un Frankenstein moderno y vanguardista, a un par de huesos; también como Alicia en el país de las maravillas encuentra otras cosas detrás de lo real o como también sucedía con Frankenwenie de Tim Burton arma cuerpos extraños, a partir de su deseo, de su potencia y de sus costuras.

En Alicia soñó con un faro, Torres Leiva erige, como en muchas de sus películas, un relato íntimo y sensible alrededor de una mujer. El director la rodea, la mira, la escucha mientras esta mujer realiza sus tareas rutinarias y cotidianas a la vez que una voz en off cuenta sus pensamientos. 

Torres Leiva sabe que mostrar menos es decir más; su cine suele estar repleto de sugerencias y sensaciones tangibles que revelan a sus personajes (casi siempre mujeres)  en su más profunda intimidad. En este caso Alicia sueña con faros y esa es su salvación inmediat: los faros la llevan fuera de sí. Es ese momento en el que Alicia puede abandonarse y dejar de lado sus miedos, sus dolores de cabeza. 

Alicia soñó con un faro

Lo que esta fuera de campo es lo realmente importante: un fragmento de escritura, un faro, una porción de mar, ese sonido de oleaje que escuchamos constantemente como un arrullo de bebe. En el cine de Torres Leiva se pueden oler las sensaciones de tan tangible y efímero que son. 

Alicia vive con su hermana en un quinto piso; esa es su realidad, su espacio, su tiempo, sus rutinas diarias, pero como Alicia en el país de las maravillas, Alicia tiene otro modo de estar en el mundo, allí donde el faro la convoca ese es su lugar de resistencia.

La búsqueda estética consciente de Torres Leiva, el rigor narrativo y la delicada manera de filmar hacen de su cine una experiencia distintiva en Latinoamérica donde a veces la sigilosa amorosidad aparece desdeñada.

FicValdivia eligió comenzar el festival con dos películas chilenas tan disimiles, tan parecidas y y tan arriesgadas. Es la evidencia de una toma de posición en relación al cine nacional y también en relación al propio Chile, un país tan castigado últimamente por luchas interinas. Indudablemente, un gran gesto de sus responsables.

Marcela Gamberini / Copyleft 2021