FICUNAM 2018 (15): CUESTIONES DE PROGRAMACIÓN: LA AMABLE CASA DEL CINE

FICUNAM 2018 (15): CUESTIONES DE PROGRAMACIÓN: LA AMABLE CASA DEL CINE

por - Festivales
14 Mar, 2018 10:02 | Sin comentarios
Lo que no se ve cuando se programa, algo así como el contracampo de cualquier programación.

Los festivales de cine y sus asiduos asistentes pueden creer que lo que se ve durante una semana constituye el buen cine frente al mal cine que se proyecta anualmente en las salas comerciales. La habitual jerarquía empleada para afirmar o desdeñar ciertas películas frente a otras pertenece a las reglas anónimas del arte. Nadie sabe muy bien quién la dictamina o si existen conciliábulos donde se propone una división del trabajo simbólico del cine: “Estas son las películas para pensar y van para este o aquel festival, “estas otras para evadirse las estrenamos acá y allá”. Esa forma de racionalidad estética es secretamente castradora. Legislar de ese modo es creer que la cándida El terror de las chicas es menor frente a la magnificencia de Zama.

La gran lección de Henri Langlois y de tantos otros que han seguido sus pasos consiste en promover una democracia radical en la que todas las películas tienen derecho a existir. Un desprevenido espectador y/o crítico y/o programador podría desdeñar tan solo por su título La noche del demonio (1957), una película que tiene mucho más para decir acerca de los límites de las creencias y sus funciones que el sospechoso film filosófico El sacrificio de un ciervo sagrado (2017). El discurso aristocrático aún vigente para proponer un arte alto y otro bajo constituye una política de segregación de la que los cinéfilos debemos abstenernos.

Por eso no hay peor práctica para quienes llevan adelante la programación de un festival que abandonar las salas comerciales. Tanto en estas como en los festivales hay películas geniales que vindican la gran tradición que Chaplin supo erigir y hacer brillar. Lo popular y la vanguardia convivían en su cine sin que a ningún legislador estético se le ocurriera proponer una línea divisoria.

En el increíble film que clausura esta edición de FICUNAM, As boas maneiras, se dan cita secretamente lo que se le reclama a un festival y lo que también puede esperarse en un día de estrenos: encontrarse con una película en la que se siente palpitar la gran historia del cine, que no abandona el deseo de innovar ni tampoco el de conmover; una película que puede abrazar un lector de Barthes, otro de Poe y un amante de los cómics, o un incondicional de Kiarostami y un fan de El hombre araña.

Foto y fotograma: Proyección al aire libre de Finnis Terrae en Ficunam 2018; 1) As Boas Maneiras

Roger Koza / Copyleft 2018