FICIC 2023 (03): LA DURACIÓN ES LO DE MENOS

FICIC 2023 (03): LA DURACIÓN ES LO DE MENOS

por - Festivales
06 May, 2023 11:57 | Sin comentarios
Sobre los 11 cortometrajes de la competencia internacional de cortometrajes.

Los misterios del mundo, Mariano Luque, Argentina, 2022

Marcelo Subiotto y Sergio Prina, dos actores notables, son el presentador y el cameraman de un programa titulado “Los misterios del mundo”, emitido por Canal 5. Lleva tres años al aire, 1095 días en los que se intenta recorrer el país y recoger testimonios y evidencias de que la vida no se reduce a la supervivencia (como sugieren en contraste las imágenes de un noticiero en un pasaje clave que introduce el tiempo del relato). El mundo no está escindido del cosmos; el infinito vertical con el ensamble interminable de estrellas tiene su correlato acá abajo. Así es como el aventurero busca los signos del asombro, y si no los encuentra, no por embustero, pero sí por apasionado y crédulo, los fabrica para no defraudar a su audiencia. Luque se limita a mostrar los momentos de filmar y descansar, y con eso es suficiente para entrever la benevolencia de sus dos personajes principales, quienes pueden ser un poco chantas, pero no son sinvergüenzas, y menos todavía cínicos. El mismo cuidado por los detalles se puede advertir en la atención puesta al modo de registrar los escenarios naturales, en el circunstancial empleo del zoom, en la yuxtaposición de formatos y en los momentos elegidos para que se escuche la canción de apertura del programa televisivo.

Rüdiger, Philipp Hartmann, Alemania, 2022. 

Un bosque, un sótano, una zona de jardines detrás de un paredón por el que pasa un tren, un tema musical, un fragmento de un poema de Hölderlin, muchos escombros, tres niñas y un nombre: Rüdiger. Esos signos bastan para crear una especie de test lúdico y lúcido sobre la abyecta mácula del siglo XX, siempre asociada al pasado alemán. La indeterminación consciente de todo lo que se ve determina tanto el comportamiento de la niña más pequeña, que mirando a cámara en varias ocasiones sugiere incluso ideas para el montaje, como también la combinación de planos fijos y movimientos de zoom abruptos y otros motivos visuales en oposición que pueden transmitir serenidad o conmoción. La clave radica en que la película pone en funcionamiento juicios y prejuicios, y al hacerlo evidencia un sistema de codificación escrito en la memoria histórica donde la interpretación no admite en principio vacilaciones. Lo ominoso persiste como un recuerdo vago, invocado por dos o tres palabras, la descripción de un acto y una fecha de nacimiento.

Still Free, Vadim Kostrov, Rusia, 2023

El prolífico cineasta de 24 años registró con su cámara de video a Katya y Kostya, dos jóvenes de su edad, pasando un fin de semana junto al río en un balneario de Svobodni durante el verano de 2020. Desde el lunes venidero, Kostya entrará al ejército; ella empezará la universidad ni bien pueda elegir entre algunas de las opciones más convenientes. Ni la pareja ni el propio director que interactúa detrás de cámara lo mínimo y necesario podían adivinar en esos días el destino de su país, donde ya sabían que imperaba una democracia ilusoria y falsaria; tampoco podían imaginar que no mucho después todos se dejarían de ver. El imperativo de resguardar a través del cine momentos desprovistos de trascendencia tiene por recompensa el inesperado valor de archivo que toda imagen posee en su poder y que un buen cineasta puede trabajar más tarde para resignificar un fragmento de tiempo en la vida de los personajes, sobre todo cuando se sabe mantener distancia respecto de estos, emplear un primer plano cuando se precisa y prestar atención a gestos inadvertidos en los que se revelan estados de ánimo apenas perceptibles. Dos años más tarde, la discreta felicidad de los personajes y la inocencia que transmiten en sus palabras pertenecen a una realidad casi utópica, tras el inicio de la invasión rusa a Ucrania.

Paradiso, XXXI, 108, Kamal Aljafari, Palestina-Alemania, 2022

El título remite a un breve y enigmático texto tardío de Borges incluido en El hacedor en el que se especula sobre la pérdida de una verdad cuya restitución haría que todo fuera distinto; el título también evoca un pasaje de La divina comedia. La relación que se establece entre ambas referencias literarias con el pretérito material de propaganda del ejército israelí, el cual puede ser testimonio o ficción, mantiene una opacidad semántica programática e incómoda, debido a la selección en sí de cada plano, un sistema de montaje inteligente en el que se trabaja la oposición entre acción y descanso y una banda musical diversa y de procedencias significativas que desconoce y contradice el eventual sentido de las imágenes volviéndolas susceptibles de inscribirlas en la parodia, el ridículo o la impugnación. Lo que se desmantela en los 19 minutos es cualquier fervor patriótico presupuesto en los materiales, cuyo nuevo ordenamiento posibilita visibilizar algo así como el inconsciente de las imágenes.

The Fruit Tree, Isabelle Tollenaere, Bélgica, 2022

Un departamento completamente vacío en la pequeña ciudad California City, a unos 180 kilómetros de Los Ángeles, es el escenario elegido. Las paredes y las ventanas del living, el cuarto principal y la cocina no contienen nada ni están impregnadas de sentido. Las futuras moradoras supieron vivir en la metrópolis; al mirar por la ventana, Sharleece recuerda minuciosamente el barrio donde vivía. La desorientación y el desajuste entre el espacio recordado y el que se está por habitar es el tema que le interesa a Tollenaere, experiencia que se labra en la composición de un plano preciso durante el desenlace, donde la disyunción entre lo que dice el personaje, lo que se observa por la ventana y las elipsis demarcadas por los cambios de luz es una operación deliberada de la puesta en escena para representar el esfuerzo de la consciencia por adaptarse a un lugar desconocido conquistándolo  a través de un trabajo de absorción de lo nuevo a un territorio interior que es independiente del espacio exterior e impone lo propio en la medida de lo posible.

Una serie de problemas matemáticos, Mariano Donoso, Argentina, 2022.

El problema aludido en el título es esencialmente el de la probabilidad, visto desde un peculiar proceso estocástico que se conoce como cadena de Márkov. El dilema consiste en establecer la relación causal de un evento cualquiera y su dependencia inmediata al evento precedente, y si es entonces posible prever esa aleatoriedad. La exposición del problema matemático en la película es tan compleja como fascinante, ecuaciones incomprensibles que se inscriben en el plano no exentas de una hermosura casi jeroglífica. Esos signos impenetrables pueden inesperadamente tener efectos concretos en la meteorología, en la economía, en la música y en varias otras áreas que no suelen asociarse con el saber casi esotérico de las matemáticas. Pero lo extraordinario de la película radica en el contrapunto semántico que propone Donoso, quien elige planos geométricos en los que se ve gente trabajando en una fábrica, hombres y mujeres volviendo de sus trabajos, niños jugando, gente rezando o haciendo música. El montaje establece contrastes y fricciones sugestivas, porque los algoritmos pueden definir nuestro presente, pero no menos que la plegaria y la interpretación de chamamé. 

The Dunes Said / Lo que dijeron las dunas, Maya Connors, Alemania, 2022. 

La especulación científica en clave lúdica tiñe prácticamente todos los cortos de la cineasta alemana. El método es también similar: elegir una geografía lejana, indagar sobre su historia o prestar atención a eventos secundarios o distantes del interés general y, a partir de la recolección de información, entrever el misterio de la materia y sus formas. ¿Por qué ha elegido una cineasta de Hamburgo la ciudad de Villa Gesell? ¿Cómo se le ocurrió que esa ciudad existe debido a que las dunas enviaron mensajes de naturaleza botánica al fundador de la ciudad para convertir un territorio de arena en un bosque? La hija de Gesell dice alguna cosa, también el museo de la ciudad y quizás los planos no exentos de asombro que Connors le dispensa a la ciudad balnearia, que al ser registrada a la distancia puede descubrírsela como una aparición extraña a la geografía inhóspita original. El resto es observación: gente cantando y bailando, otra yendo a la playa y la vastedad del Atlántico y su rugido incesante que es el contrapunto de las dunas con facultades lingüísticas.

Río, Matías Herrera Córdoba, Argentina, 2023

El dilema de la iniciación sexual, y no importa la orientación al respecto, consiste en corroborar si existe una correspondencia entre el deseo y el afecto. La iniciación del joven del breve relato del director de Criada está ligada a un hombre mucho más grande que él y amigo de su madre, y asimismo al posible encuentro con otro hombre (de aspecto similar y de la misma edad que el primero), desconocido hasta el momento del intercambio erótico en un bosque, en la cercanía del río. Los dos hombres representan dos caminos para iniciarse en el erotismo, y en el modo en que Herrera Córdoba los delinea la escisión es manifiesta, como también la disímil satisfacción que promete un modo u otro. Tales señalamientos no se dicen, más bien se plasman retóricamente apelando a un uso preciso del flashback y confiando en los gestos del joven, cuya expresividad resulta lo suficientemente elocuente para comprender qué es lo que desea y también lo que aprende.

Las habitaciones vacías, Julia Pesce, Argentina, 2022

El descubrimiento en la infancia temprana de que los padres pueden no estar más es un episodio reconocible en la biografía de cualquier persona. Ese abismo temprano en la consciencia, quizás el primero, es lo que Pesce sabe escenificar trabajando sobre la ternura y la confianza que define el vínculo de una madre y su hija pequeña y proponiendo paulatinamente un conjunto de situaciones identificables de la vida cotidiana en las que una niña puede llegar a entrever las implicancias de hallarse sola en el mundo. La alusión es el modo elegido, elaborando discretamente un sueño que es también el sedimento de algunas circunstancias menores, como el momento en el que la niña queda sola por dos minutos en el puesto de venta de pasajes ubicado en una plaza donde trabaja la madre. Pesce elige muy bien la secuencia de las escenas, la ambientación en cada caso, la escala de planos y los cortes secos que determinan el paso de una escena a otra. Con eso basta para reavivar un recuerdo que se disipa con el tiempo, pero que es el inicio de saberse esencialmente solo en el mundo.

Al final el día, Carolina Vergara, Argentina, 2023

Podría ser un capítulo de una novela de Aurora Venturini, como aquella en la que un feto humano era descripto como un canelón. En esa línea impiadosa de la razón se inscribe el relato de Vergara, en el que la magnífica actriz Natalia Di Cienzo interpreta a una madre abatida por el hecho de volver a ser madre a los cuarenta y cansada de sobrevivir con un sueldo injusto frente a los pergaminos universitarios que deberían asegurar un bienestar económico. La palabra depresión se pronuncia en la conversación que mantiene Isabel con Ana (Carolina Godoy), una amiga leal, aunque ese vocablo es insuficiente frente a la determinación que guía la conducta de Isabel. Lo magnífico de los 16 minutos de metraje reside en la serenidad que tiñe la preparación de un acto concebido y compartido por las amigas, en el que se demite de las obligaciones maternas e incluso se desobedece el acatamiento frente a otro tipo de obligaciones. La complicidad de las dos amigas es tan verosímil porque las actrices comprenden a fondo de qué se trata todo, lo mismo que la cineasta que puede elegir un sonido espantoso para comenzar y termina con otro no menos molesto y significativo.

Buscar trabajo, María Aparicio, Argentina, 2022

Los materiales de archivo pertenecen a la colección Nitratos argentinos del Museo del Cine Pablo Ducrós Hicken. Los textos interpretados con la oportuna sensibilidad que precisan son adaptaciones de los informes originales redactados por Juan Bialet Massé en 1904. La coincidencia entre los textos y las imágenes es estrictamente azarosa, porque el laborioso montaje acentúa la semejanza entre los materiales citados y permite, en una encomiable operación de apropiación, desplegar con elocuencia un episodio vernáculo sobre el trabajo antes del peronismo y la universalización de los derechos obreros. Hay planos autónomamente indelebles (los chicos trabajando en una fábrica, mujeres saliendo de un espectáculo, niñas posando en una foto escolar y varias secuencias más con animales diversos y paisajes avasallantes), pero todo lo que se ve mejora notablemente gracias a todo lo que se escucha, y no solamente por la voz de Pablo Limarzi, que tiene el tono justo para entonar y pronunciar las palabras: el diseño sonoro jamás se propasa y por eso cumple. No es la primera vez que Aparicio decide concentrarse en el trabajo, y acá, como en Sobre las nubes, añade una perspectiva histórica que ayuda a mirar mejor las inequidades del presente.

Roger Koza / Copyleft 2023