FICIC 2021 (03): LOS CORTOS

FICIC 2021 (03): LOS CORTOS

por - Festivales
24 Abr, 2021 10:55 | Sin comentarios
Sobre los cortos de la competencia oficial del FICIC.

Las credenciales, Manuel Ferrari, Argentina-Alemania, 2020.

Empieza en El Tigre con un hombre que conduce una lancha de transporte y culmina en algún pueblo desconocido de México, en 1896, cuando ya corren los títulos. Ese origen y ese destino final ya dicen algo de la naturaleza enigmática del relato en el que dos personajes, uno argentino y el otro alemán, cuyas vidas se definen cotidianamente por la movilidad y por la capacidad de ser alguien frente a cámara, apenas difieren por la suerte de contar con una credencial (de la Berlinale). Todo lo que sucede en menos de 20 minutos es notable por la eficacia narrativa y su ritmo indetenible, y no menos destacable resultan acá las elipsis que pueden naturalizar en la duración del relato un trayecto de casi 12.000 kilómetros y representar orgánicamente un conjunto de situaciones tan verosímiles como potencialmente febriles. (RK)

Diario del margen. Notas sobre el miedo al fuego y al agua, Ileana Dell’Unti, Argentina, 2020.

El placer óptico y sonoro es ubicuo. Todo un ecosistema se revela plácidamente en pocos minutos, y en el momento en que comienza un viaje en bote hacia Campo del Cielo, Formosa, donde residen comunitariamente los pilagás, la hermosura tiñe los travellings desde el emplazamiento flotante. La tenue enunciación de la protagonista (nunca se la ve, sí se la escucha y aún más se la lee) formula apreciaciones que se difuminan en el espacio, como si los planos generales empleados como gramática constante absorbieran las palabras debido a que la fuerza pictórica y la vehemencia sonora del registro impusieran otras acentuaciones ajenas al lenguaje y más poderosas que los miedos confesados en el título por quien está detrás de cámara. Lo que resulta ostensible es la seguridad de Dell’Unti para filmar; hasta los mosquitos eligen un tono moderado bajo las órdenes de la cineasta. 

La nobleza del vidrio, César González, Argentina, 2021.

Reventarse sin vacilación, como se pueda, hasta el final y sin ninguna conmiseración; filmar esa convicción de obstinados por mirar de frente a la nada sin el atenuante de la lástima y hallar un equilibrio entre lo hermoso y lo incómodo. Así concibe y escenifica González la experiencia de su joven protagonista que, recostada en su cama, espera por algunas pastillas más por tragar, un trago más por beber y un cigarrillo de yapa mientras la visitan respectivamente dos amigas, su madre y otras entidades que pueden o no ser humanas o imaginarias. La predilección por planos en picado y en contrapicado, a la que se suma un minucioso trabajo sonoro sostenido por graves intermitentes y ritmos sincopados, pronuncian el desequilibrio psíquico de la protagonista, estado anímico que no le resta lucidez: “La muerte no es una imagen”, dice, aforismo que solamente puede pronunciar un desesperado. 

Josefus, Lucas Aimó, Israel, 2021.

Nada puede ser más pernicioso para la sensibilidad religiosa que el literalismo, ese fenómeno interpretativo por el cual se lee un texto sin mediaciones simbólicas (que mantienen abierto el sentido y animan el debate entre los seguidores de una fe) y que, en consecuencia, puede alentar acciones directas ordenadas por la palabra revelada. El personaje principal de este relato lacónico que glosa la violencia impregnada en todos los rincones del Estado de Israel lee la Guerra judaica de Flavio Josefo como si fuera un manual de instrucción y un texto iluminado para comprender la amenaza exterior y la corrupción interior del presente. A sus amigos les transmite urgencia y obsesión, y Aimó lo retrata con el mismo respeto y la misma distancia que esos dos únicos amigos le dispensan. La vertiginosa aceleración del relato es concomitante a la vasta información prodigada sobre la historia de la región en el siglo primero, en planos engarzados con precisión y matizados por un punto de vista anclado en la indeterminación.

Normandía, Marcos Rodríguez, Argentina, 2021.

Un café porteño, dos personajes, un croissant, un recuerdo, una región europea, un rito. Mientras desayunan, el más joven de los personajes ha pedido un coche para ir con quien puede ser su jefe al aeropuerto. En la espera, sucede algo inadvertido. La tradicional factura francesa (aunque es austríaca) sobre la mesa dispara la memoria de uno de los protagonistas y de ese modo se despliega una historia de amor de las que pueden dura poco pero jamás dejan de condicionar el resto del tiempo de una vida. Un plano americano y un primer plano de cierre son suficientes para cobijar un breve pero sustancial relato en el que un objeto (in)significante puede desenterrar un sentimiento guardado silenciosamente por años y un buen día y sin aviso resuena en el teatro de la memoria con la vivacidad y la contundencia de una nota aguda y sostenida.

Where to Land, Sawandi Groskind, Finlandia, 2020

Lo que sucede entre una mujer que ha perdido el habla y ha elegido refugiarse en una isla en soledad y un joven que bien podría ser su hijo, aunque ella es blanca y él es negro, transmite el milagro de la comunicación entre extraños y el afecto que puede advenir de un mutuo entendimiento desprovisto de palabras. Un montaje sintético de fotos antiguas apenas da un indicio del pasado de la mujer, y la navegación en internet por parte del joven en un bar también da una indicación de su procedencia. A esta precisa economía de la información se añaden como cifra algunos pasajes musicales de The Fairy Queen, de Henry Purcell, cuyo título es un signo ineludible para apreciar el film, pues parte de su misterio reside en su atmósfera (erigida, sobre todo, por el trabajo sonoro), la cual invoca mitos imprecisos en los que la relación con la naturaleza y los animales no se ajusta necesariamente a las convenciones de la ciencia. Hay dos o tres pasajes inolvidables, como el plano en el que el joven sonríe al escuchar la “voz” de la mujer y otro cuando este le peina amorosamente el cabello en el bosque. 

Otacustas, Mercedes Gaviria Jaramillo, Colombia-Argentina, 2020. 

El anacrónico término elegido para titular este breve pero exhaustivo ensayo sobre la intimidad y el silencio durante el invierno de 2020 en Buenos Aires alude a una perspicaz lectura sobre un cuadro del pintor holandés Nicolaes Maes (1634-1693) que la propia realizadora desarrolla a la mitad de la película. Lo que advierte sobre el deseo de mirar o espiar es pertinente, pero lo que más le interesa es hallar elementos sonoros que se desprenden de una imagen. Sobre esto discurre de principio a fin, a veces citando a Pauline Oliveros y también a David Toop, trabajando sobre las capas de la banda sonora con ingenio: la violencia social colombiana, y también la porteña, se inmiscuyen sonoramente en las pausas de la meditación en tono confesional, que se ciñe a pensar la relación entre sonido y silencio, y los alcances de este último en términos cósmicos y existenciales, sin desdeñar jamás la composición visual: hay hermosos planos de flores, otros de un gato y asimismo de la sombra de los árboles que se perciben en el interior del departamento.

Homenaje a la obra de P. H. Gosse, Pablo Martín Weber, Argentina, 2020

“¿Cómo separar la señal del ruido?”, dice Weber en dos oportunidades, y la respuesta no es otra que la clarividente película que ha hecho en homenaje a un hombre de la ciencia del siglo XIX que sintió la angustia de la inminente sustitución de un orden metafísico por otro ligado a la razón y la evidencia. Como Gosse, que intentó hallar una síntesis entre dos períodos de la especulación filosófica, a Weber quizás le inquiete una transformación radical del archivo; el fósil o cualquier evidencia será reemplazada por un bit. Así es que agrupa imágenes obtenidas de distintas procedencias en la web (de rostros humanos creados por un algoritmo, flores, fósiles, peatones y animales acuáticos a escenas de películas producidas por el ISIS) en las que se intuye una potencial disociación de la imagen respecto de su referencia, o del archivo y su correlato orgánico. Esa transición de un mundo analógico a otro digital es el gran tema de este asombroso reconocimiento a una mente sensible perteneciente a un mundo inimaginable.

*Fotogramas de encabezado: Homenaje a la obra de P. H. Gosse, Las credenciales; Diario del margen. Notas sobre el miedo al fuego y al agua; La nobleza del vidrio; Normandía; Where to Land; Otacustas y Josefus.

*Los textos fueron comisionados para el catálogo del FICIC 2021.

Roger Koza / Copyleft 2021