ESTRENOS INVISIBLES (08): LIFE & NOTHING MORE

ESTRENOS INVISIBLES (08): LIFE & NOTHING MORE

por - Críticas
29 Jun, 2018 04:04 | Sin comentarios
Pocas películas tienen la habilidad de mostrar la vida de la clase más postergada de Estados Unidos. He aquí una excepción, dirigida, paradójicamente, por un cineasta español.

Life & Nothing More, Antonio Méndez Esparza, España-EE.UU., 2017

El límite del realismo social y el concomitante naturalismo interpretativo reside en convertir cualquier relato en un espejo tan verosímil que su representación cinematográfica resulte innecesaria o redundante. Calcar fielmente un episodio de la vida ordinaria puede ser una proeza mimética, pero en un relato cinematográfico se necesita de un plus, imperativo que a veces se tergiversa reclamándole al cine diversión y evasión, o algún elemento extraordinario. El propio título del notable segundo film de Antonio Méndez Esparza pareciera resistirse a trascender el límite indicado, pero el secreto consiste en haber hallado una forma de registro en la cotidianidad de sus personajes que lo desborda. ¿Cómo? ¿Por qué? No es solamente porque prescinde prácticamente en todas las escenas del plano-contraplano (y cuando ese recurso formal tiene lugar tal vez se justifica porque la escena denota confrontación y dos puntos de vista opuestos) y en la continuidad espacial y los tiempos propios de las escenas se instituye una amable y respetuosa relación de intimidad con los personajes. Tampoco se trata de la ostensible calidad dramática que emana del conjunto de sus intérpretes. ¿Tienen incidencia las locaciones? Ni la modesta casa de los personajes, ni las escuelas, ni el bar, ni el parque en el que suelen pasar su tiempo Andrew y su hermana de tres años, al igual que Regina, la madre que los ampara abnegadamente, y el pretendiente tardío de esta, tienen algún magnetismo que explique por qué este film resplandece como pocos en la materia. Quizás todo se circunscriba a la calidez y la lucidez observacional para seguir los pequeños actos cotidianos y la evolución de los sentimientos de este núcleo familiar que sobrevive en una ciudad del estado de Florida; puede ser que esa nitidez anímica explique la enigmática gracia del film, cuya última escena sintetiza cautelosamente todas sus virtudes.

Roger Koza / Copyleft 2018