EL BAFICI ANTES DEL BAFICI 2016 (01): COSMOS

EL BAFICI ANTES DEL BAFICI 2016 (01): COSMOS

por - Críticas, Festivales
02 Abr, 2016 11:50 | Sin comentarios

3271449647960Cosmos, Andrzej Zulawski, Portugal-Francia, 2015

Tras quince años de ausencia, Zulawski vuelve con Cosmos, adaptación de un libro del gran Witold Gombrowicz. Táctica general de apropiación: propiciar sobre el lenguaje una torsión sistemática en su uso para que este delire, pierda su consistencia semántica y produzca una especie de paroxismo lírico en el que lo absurdo garantice una especie de liberación a corto plazo en sus personajes, en especial, en Witold, cuya fracaso académico en un examen de abogacía tan solo revela la superficie de su ansiedad frente al mundo..

El relato, como es de esperarse, dista de proponer una linealidad narrativa o racionalidad evidente que lo acoja. Cosmos, perfectamente, se podría haber titulado Caos, pues las escenas que seguirán de aquí en más tendrán su propio orden de forma autónoma, si se las mira de un modo segmentado: una cena, el intento de escribir un libro, leer filósofos y novelistas, enamorarse y hablar, incluso Witold puede llegar a mirar a cámara y expresarse como si el Pato Donald lo hubiera abducido. Sin embargo, como los acólitos de la teoría del caos saben, el “sistema” de Zulawski-Gombrowicz tiene un orden implícito, el cual se descubre aquí en una estructura general dictaminada por las elecciones de espacio: la casa principal, un viaje cerca del mar, una caminata por una montaña en la que se ve una escultura de un Cristo; todos los fragmentos empujan hacia un telos: confrontarse con el límite del lenguaje, o saber que la nada y el vacío yacen en el horizonte del sentido.

Como sucede con los cineastas de Este que tienen una afinidad con la incoherencia y el sinsentido, las decisiones formales pasan por deshacer el contexto de funcionalidad y sentido en el que los objetos y los entes gozan de una seguridad pragmática que los protege. El abismo de las cosas, la verificación de la propia arbitrariedad, depende en el cine del primerísimo plano. Un zoom rápido hacia delante, un primer plano extremo, descoloca al objeto de su lugar en un todo.

Cosmos es una película vital e intempestiva, con varios chistes cinéfilos, filosóficos y literarios. Una evidencia irrefutable: ya no se hacen películas así. Hay que ir a verla como si fuéramos a contemplar a un ciervo de Schomburgk resucitado.

* Este texto fue escrito un poco antes de la inesperada muerte del director meses atrás.

Roger Koza / Copyleft 2016