EL BAFICI ANTES DEL BAFICI 2014 (10): DÍÁS DE CINE

EL BAFICI ANTES DEL BAFICI 2014 (10): DÍÁS DE CINE

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30 Mar, 2014 03:48 | comentarios
Reimon 2

Réimon

Por Roger Koza

Viajar no es para todos. Ir al cine tampoco. En un festival de cine las entradas son más accesibles y los viajes no se circunscriben a Nueva York o Los Ángeles ni se habla obligatoriamente en inglés. Y los superhéroes y los vampiros adolescentes habitan un planeta distante.

El nombre ya no suena tan extraño: BAFICI, la sigla de Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente. En esta edición dieciséis, del 2 al 13 de abril, se exhibirán más de 400 títulos. ¿Un excesivo carnaval cinéfilo? Si uno hace cuentas y ve qué propone la cartelera anual, ir al BAFICI es como encontrar tesoros en una isla perdida.

Se verán películas extraordinarias, que jamás se estrenarán, como Stray Dogs y Journey to the West, ambas de Tsai Ming-liang, un cineasta clave del cine contemporáneo. ¿Se podría estrenar alguna vez un filme en el que un monje budista se desplaza a una velocidad de caracol por distintos espacios de Marsella y pone en juego toda nuestra percepción? Lo que sucede en Journey to the West es todo lo que el cine en 3D busca y casi nunca logra: estimular la percepción hasta alcanzar el éxtasis (de la mirada). También se exhibe Tres desastres, el corto de Jean-Luc Godard en 3D. Y se verán las últimas películas de Miguel Gomes, Jean-Marie Straub, Júlio Bressane, Claude Lanzmann, Sion Sono, Lav Diaz, Kelly Reichardt, Denis Côté y Jim Jarmusch, entre otros.

Las retrospectivas prometen muchísimo, sobre todo la del israelí Uri Zohar, un cineasta iconoclasta en los ’60 devenido en rabino ortodoxo, y la de la portuguesa Rita Azevedo Gomes, asociada al cine del gran De Oliveira. El encuentro con el cine clásico tiene a un argentino como estrella rutilante: ver películas de Carlos Schlieper en 35mm es como mínimo un privilegio. Casi todas, en verdad, son pertinentes de seguir.

Las competencias y los cordobeses

Carta

Carta a un padre

Hay cuatro competencias en el BAFICI: Internacional, Argentina (de largos y cortos) y Vanguardia y Género. Hay muchísimo para ver y será un año de un muy buen nivel. Mary Is Happy, Mary Is Happy, del tailandés Nawapol Thamrongrattanarit, uno de los filmes de la competencia internacional, consigue algo imposible: transformar una larga cadena de tweets en el guión de una película cinéfila y actual. En Vanguardia y Género se verá una película exquisita: The Joycean Society. El filme de Dora García registra la práctica de un grupo de personas que se reúnen desde hace 30 años a estudiar Finnegans Wake de James Joyce. Es una hermosa película de amor sobre el lugar del conocimiento en la vida de las personas comunes.

Y es un gran año para el cine argentino. Películas como El rostro de Gustavo Fontán, Réimon de Rodrigo Moreno y Carta a un padre de Edgardo Cozarinsky están tocadas por la gracia. El cine cordobés no desentona: su presencia es importante y de altísima calidad. Hay cinco películas en competencia y casi todas muy buenas: Tres D de Rosendo Ruiz, Atlántida de Inés Barrionuevo, El último verano de Leandro Naranjo, Si je suis perdu, c’est pas grave de Santiago Loza y Ciencias Naturales de Matías Lucchesi. Nunca había sucedido algo así.

El BAFICI es un punto de encuentro internacional. Programadores de todo el mundo vienen a buscar películas para sus festivales. No faltará oportunidad para que varios filmes cordobeses viajen de Buenos Aires al resto del mundo. Es un momento único.

Este texto fue publicado en La voz del interior durante el mes de marzo 2014

Roger Koza / Copyleft 2014