Drift / Deriva, Helena Wittmann, Alemania, 2017

Nunca se sabe del todo lo que empuja a alguien o a algo a un repentino cambio de orientación. La propia película experimenta a los 40 minutos una deriva y se fuga de su tenue hilo narrativo hacia ese espacio de la experiencia del mundo que es uno de los orígenes privilegiados de la narración: el océano. Hasta ahí, dos amigas, quizás amantes, después de compartir un tiempo libre frente a un paraje turístico en invierno, se despedirán. Una seguirá en Hamburgo y viajará al Caribe, acaso por trabajo, la otra volverá a Argentina. Eso es todo, pero Drift es más que eso. Por 33 minutos, el punto de vista es el del mar. La embarcación y la cámara se fusionan y los movimientos del mar se introyectan en la perspectiva. Es así como la intensificación absoluta de la percepción interrumpe el relato. El trance sustituye la crónica, las olas hacen olvidar la presencia humana. Wittmann apenas se opone introduciendo tardíamente una banda sonora tonal que renuncia a toda melodía. Es un ambiente sonoro que se mimetiza con el minimalismo sonoro del océano.

Frankie, Betania Cappato, Argentina, 2018

La astronomía no es una pasión de multitudes. Curiosa y triste evidencia, ya que la relación que cualquiera puede establecer con el cosmos modificaría la experiencia cotidiana de lo circundante. Frente al desinterés de saber algo sobre los astros y la resignación de conformarse con un destino signado por la existencia económica, los personajes de Frankie (un astrónomo autodidacta de 88 años y dos jóvenes interesados en la vastedad de los cielos) forman una discreta comunidad de resistencia ante la displicencia de las mayorías que eligen ignorar la dimensión cósmica que coexiste con las tareas cotidianas. No se trata aquí solamente de notificar la existencia de un centro de observación astronómica ubicado en la ciudad de Santa Fe, sino también de transmitir la inadvertida posibilidad de participar con plena conciencia de los fenómenos cósmicos que están frente a los ojos. En esa sintonía, la cámara de Cappato intensifica la percepción sobre el sol, las nubes, la luna, el viento y el río; todo adquiere así, o más bien recobra, el potencial cósmico que los hábitos ordinarios le deniegan.

Roger Koza 2018 / Copyleft 2018

Doc Buenos Aires 2018

* Ustia y La extraña. Notas sobre el (auto)exilio (leer aquí)

* Carta abierta (leer aquí)