CRÍTICAS BREVES (146): RAMS: LA HISTORIA DE DOS HERMANOS Y OCHO OVEJAS / HRÚTAR

CRÍTICAS BREVES (146): RAMS: LA HISTORIA DE DOS HERMANOS Y OCHO OVEJAS / HRÚTAR

por - Críticas, Críticas breves
13 Sep, 2016 04:54 | Sin comentarios

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Por Roger Koza

rams-movieRams: La historia de dos hermanos y ocho ovejas / Hrútar, Grímur Hákonarson, Islandia-Dinamarca-Noruega-Polonia/2015) (**)

Dos hermanos no se hablan desde hace 40 años; los motivos se intuyen pero no se enuncian; la terquedad con la que mantienen el distanciamiento revela una apoteótica histeria al revelarse de inmediato que son vecinos y sostienen una economía similar que depende de la cría de carneros. La interacción entre esos pastores y los carneros excede la supervivencia; una histórica comunión prevalece entre los animales y los hombres de esa región perdida de Islandia. Pero algo trágico sucederá: una epidemia del siglo XIX reaparecerá y obligará a los habitantes a sacrificar a los ovejas. Para erradicar la peste hay que acabar con todas; Kiddi y Gummi aceptarán la imposición sanitaria del Estado, aunque hasta cierto punto; el título en castellano sugiere desobediencia. En su cuarta película, el realizador islandés Grímur Hákonarson no se propone más que contar una historia de personajes nobles sin prescindir de esbozar un estilo de vida signado por la temperatura de un ecosistema. La incesante inclemencia del paisaje se transmite con un par de panorámicas donde las líneas del horizonte se desdibujan por la tenue luz del invierno y el reparo en el hogar no está desligado del aislamiento. Hákonarson matiza la dureza con algunos segmentos humorísticos; se las ingenia para que una pala mecánica sea el vehículo de un chiste que no llega a ser tosco debido al contexto y la forma elegida de registro. La pertinencia y elegancia habitual del plano general mantiene todo a distancia, lo que aquí tiene una valencia dramática indiscutible, ya que así se prepara el contraste visual y dramático con el que cierra la película, en el que se conjura la distancia en varios sentidos. Si Rams: la historia de dos hermanos y ocho ovejas fuera tan solo un cuento de travesuras nórdicas, la fórmula del costumbrismo fatigaría el relato hasta asfixiarlo en una postal telúrica singularizada por la nieve y la mezquindad del sol que apenas brilla. Pero Hákonarson tiene una carta ganadora; un pase mágico rescata el film de su simpática trivialidad, y así se ilumina inesperadamente una experiencia humana que pocas veces se interpreta frente a una cámara. Esos minutos finales se imponen y prevalecen; una secuencia que muchos buscan y pocos encuentran.

Roger Koza / Copyleft 2016

Esta crítica fue publicada en el diario La voz del interior en el mes de septiembre de 2016