CINECLUBES DE CÓRDOBA (38): CULTO Y POPULAR

CINECLUBES DE CÓRDOBA (38): CULTO Y POPULAR

por - Cineclubes de Córdoba, Críticas
14 Jul, 2014 12:13 | Sin comentarios
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Pajaritos y pajarracos

Por  Roger Koza

Después de la soberbia El evangelio según San Mateo (1964), Pasolini volvió a insistir en Pajaritos y pajarracos (1966) con el cristianismo en clave de comedia y sin abandonar su costado filosófico materialista. Tan solo la secuencia inicial de los créditos justifica ver o revisar esta película inclasificable dividida en dos partes, donde un padre (interpretado por el gran cómico italiano Toto) y su hijo (encarnado por el irremplazable Ninetto Davoli) van caminando por un pueblo periférico italiano mientras conversan con un cuervo. La criatura emplumada no solamente puede hablar, sino que además cita a Brecht y dice vivir en la calle Karl Marx.

En Pajaritos y pajarracos Pasolini trabaja sobre los mitos y ciertos arquetipos con una gracia insólita. Padre e hijo asisten a una boda, a un entierro y, como si fueran viejos sabios peripatéticos, dialogan en su andar sobre cuestiones que van de la diferencia entre la existencia agraciada de los ricos y la difícil cotidianidad de los pobres hasta el sentido de la muerte y la vida. “Los pobres pasan de una muerte a otra muerte”, se dice en un momento. Pero el film adquiere un vuelo libertario cuando el cuervo les cuenta una historia que tuvo lugar en el año 1200. Elegante puesta en abismo en la que Pasolini introduce entonces a la figura de San Francisco de Asís, aunque este cuento dentro del filme se circunscribe a dos discípulos del santo que deben evangelizar a las aves. Película extraordinaria, divertida y rabiosa. El mejor Pasolini. (Miércoles 16, en el Cineclub de la Biblioteca, Bv. San Juan 49)

Un aristócrata sublime

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El arca rusa

Si Pasolini fue un cineasta sofisticado capaz de sintonizar con la sensibilidad proletaria, un cineasta como Sokurov ha tenido siempre el don de interpretar y canalizar el lado bueno de la aristocracia, el que tiene que ver con un cierto sentido de lo culto. En efecto, el cine de Sokurov suele alcanzar lo sublime cuando sus películas se orientan a una dimensión espiritual y poética ligada a la vida anímica. Ejemplos: Madre e hijo, Elegía de un viaje, Dolorosa indiferencia. Algo de otra naturaleza tiene lugar cuando Sokurov se ocupa del orden histórico y político.

Si hay un filme problemático en la carrera de Sokurov es justamente el título más conocido y victorioso de su filmografía: El arca rusa (2002). Este paseo fílmico y actual conducido por un misterioso aristócrata del siglo XIX a través del gran museo Hermitage en San Petersburgo ofrece una lectura reaccionaria sobre la historia rusa de los últimos 200 años, exégesis que puede discutirse por cada período citado. Lo que es indiscutible es la maestría de Sokurov a la hora de planificar el movimiento de 10.000 extras y concatenar el conjunto de escenas que fueron rodadas en un solo plano secuencia. Se trata de una lección contundente de puesta en escena entendida aquí como conquista del movimiento en el espacio. (Del jueves 17 al domingo 20, en el Cine Teatro Córdoba, 27 de abril 275)

Feminismo islámico

Si el cine de Arabia Saudita es un misterio para todos, más “esotérico” resulta que el primer filme de ese país que se estrena en Argentina haya sido dirigido por una mujer: Haifaa Al-Mansour. Este relato naturalista, criterioso en su dosis de inconformismo respecto de un orden simbólico asimétrico entre los derechos del hombre y la mujer, gira en torno a una niña preadolescente que expresa su disidencia utilizando zapatillas, escuchando música pop y deseando adquirir una bicicleta (vía de locomoción demasiado sensual para las mujeres sauditas). Este espíritu de rebeldía mínima por parte de Wadjda implica una ligera persecución por parte de la directora de su colegio, aunque los problemas de la heroína incluyen también asimilar el sufrimiento de su madre frente a la búsqueda de su padre que quiere encontrar una segunda esposa. Aun así, La bicicleta verde no se circunscribe solamente al mundo femenino, pues lo más interesante del filme reside en que devela un orden social en el que todo está regulado por el dinero, incluso cuando se trata de entonar algunos versos del Corán. (Del jueves 17 al domingo 20, en el Cineclub Municipal Hugo del Carril, Bv. San Juan 49)

Este texto fue publicado en el diario La voz del interior durante el mes de julio 2014

Roger Koza / Copyleft 2014