CINECLUBES DE CÓRDOBA (25): LOS ÚLTIMOS MAESTROS

CINECLUBES DE CÓRDOBA (25): LOS ÚLTIMOS MAESTROS

por - Cineclubes de Córdoba
25 Mar, 2014 03:36 | Sin comentarios
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El viento nos llevará

Por Roger Koza

La admiración es una forma de amor, a veces asimétrico. Alguien ha alcanzado cierta excelencia en un quehacer que implica dificultades y un largo trabajo, y una comunidad le reconoce un saber y un dominio. En ciertas áreas de las prácticas sociales, la idea de un maestro puede ser perniciosa, pero no en el cine. Un maestro cinematográfico es quien en un conjunto de películas delinea una forma, una inquietud general, una descripción de mundo.

Quien haya visto películas de Abbas Kiarostami apreciará en seguida los rasgos formales y los temas centrales de este director fascinante. En Abbas Kiarostami, el libro, uno de sus autores, Jonathan Rosenbaum, sugiere que una característica ostensible del cine del director iraní pasa por un modo de composición del plano que funciona como una interrogación. Lo que se ve invita amablemente a la pregunta. ¿Qué quiere decir Rosenbaum?

Hay un buen ejemplo de esto en un pasaje grandioso de una de las mejores películas de Kiarostami, El viento nos llevará. El protagonista, un presunto ingeniero, visita un pueblo perdido en las montañas. Tal vez no está ahí para desarrollar un trabajo de ingeniería, pues hay indicios de que puede ser un periodista encubierto. Esta indeterminación de la actividad del personaje se incorpora al relato en forma de pregunta. El público es gentilmente incitado a preguntarse sobre la agenda (secreta) del personaje.

En un momento fundamental (lo que se convierte además en un gag recurrente y ocurrente), el ingeniero tiene que ir hasta la cima de una colina para recibir llamadas en su celular. Se escucha a alguien cantar: un excavador. A este personaje secundario no se lo verá jamás; aún así, en su extrema invisibilidad funcionará como el signo principal del que surgirán todas las preguntas (morales y filosóficas) del filme. Él y el protagonista conversarán varias veces; en el primer encuentro el ingeniero se topará con un fémur que ha encontrado el excavador. Ahí se cifra el espíritu de la película: el hombre tiene una vida espiritual pero depende de la materia, susceptible de decadencia y determinada por su finitud.

En esa tensión extraordinaria entre ver y no ver se juega todo el cine de Kiarostami. ¿Cómo puede ser que un personaje que no vemos nunca y apenas escuchamos sea la clave del filme? He aquí un rasgo identitario del cine de Kiarostami. Y quienes sigan el foco “Primer Plano a Kiarostami”, en el Cineclub Municipal Hugo del Carril (Bv. San Juan 49), del jueves 27 al domingo 30, podrán constatar cómo la dialéctica de esconder y mostrar articula toda la obra del maestro iraní. Se proyectarán Primer Plano, El viajero, ¿Dónde está la casa de mi amigo?, Y la vida continúa, A través de los olivos, Los caminos de Kiarostami, ABC África, Shirin, La viuda y Ten, varias de ellas obras maestras del cine de todos los tiempos.

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El arte de la guerra

El gran maestro

El Cine Teatro Córdoba repone un filme que pasó sin pena ni gloria por nuestra cartelera y que sin duda merece otra valoración y suerte porque se trata de un filme fascinante con dos o tres momentos magistrales, propios de un director del calibre de Wong Kar Wai. La película, cuyo título original es El gran maestro, no es autorreferencial. El maestro en cuestión (Ip Man, que tuvo entre sus discípulos al gran Bruce Lee) remite al universo del kung-fu. Si bien la trama cuenta su historia y la lucha entre escuelas rivales, la gran Historia, como suele pasar en el cine de Wong, contextualiza el relato, que siempre suele girar directa o indirectamente en torno a una historia de amor fallida. El arte de la guerra (título vernáculo), si se la mira a fondo, no está muy lejos de Con ánimo de amar, una de sus películas más logradas junto con Felices juntos y Cenizas del tiempo.

Si en Kiarostami el uso del fuera de campo es una marca registrada, los ralentís son un elemento excluyente en la caligrafía exquisita del cine de Wong. Ya al comienzo, la coreografía de una pelea nocturna bajo la lluvia implica un reconocimiento estilístico: la ‘caméra-stylo’ no puede ser otra que la de Wong. (Del jueves 27 al domingo 30, en 27 de Abril 275, en distintos horarios)

Roger Koza / Copyleft 2014