Conspiradores de placer

Por Roger Koza

“No hay público en Trelew para una película así”. De ese modo, el sábado de la semana pasada, Marcelo Briem Stamm, director de Solo, se enteraba de la suspensión de la función de su película en el espacio INCAA de esa ciudad. La noticia pasó desapercibida. Aparentemente, un par de besos entre dos hombres y alguna que otra escena simulada de sexo homosexual escandalizaron al censor, que decidió que para la población de Trelew el placer homosexual carecía de interés. ¿Qué harán los últimos pastores de la moral cuando el año que viene se estrenen las extraordinarias La vida de Adèle y El desconocido del lago?

Por suerte, en la ciudad de Córdoba semejante mentalidad reaccionaria no predomina en la esfera cultural y esta semana se podrá ver Solo. La película de Briem Stamm pretende ser un thriller y como tal garantiza algún que otro giro inesperado de la trama y un poco de sangre. Pero, en realidad, sostiene su relato en la angustia tan reconocible como epocal que proviene de los encuentros azarosos entre hombres (y mujeres) a través de las redes sociales. Conocer a alguien por chat y eventualmente entablar una relación amorosa o sexual excede a la comunidad gay; la incertidumbre sobre quién es el otro, en estos términos, es universal.

Solo

El filme se centra en el encuentro entre Manuel y Julio, que se conocen por chat y tras una noche entre caricias y conversaciones empiezan a conocerse. Se gustan, pero una cosa es la atracción y otra cosa la confianza. Los diálogos le permiten a Briem Stamm trabajar sobre el pasado de los personajes, y es ahí donde se revela la psicología de los personajes al mismo tiempo que se prepara el terreno para un sorpresivo cambio de tono en el relato. La puesta en escena, más televisiva que cinematográfica, le resta fuerza a la película, que se mantiene a flote por la entrega de sus intérpretes. (Miércoles 11, a las 19.30hs, Espacio INCAA, Ciudad de las Artes)

La democracia del deseo

El maestro de la animación del surrealismo checo dedica una película entera a legitimar la heterodoxia más delirante sobre los placeres corporales, y no tiene obstáculos moralistas a la hora de imaginar los métodos y prácticas de estos conspiradores. En Conspiradores de placer, un conjunto de personajes, fetichistas, sádicos, masoquistas y fóbicos, exploran cómo resolver los requerimientos propios de sus múltiples fantasías. La maestría de Svankmajer, inspirado en Ernst, Buñuel, Freud y el Marqués de Sade, consiste en dotar de humanidad a sus personajes, siendo el humor, y no la obscenidad, el modo elegido para contar esta historia que, aunque pletórica de significados, carece de diálogos. Entre planos detalle, técnicas de animación y de marionetas, más una concepción elaborada de la banda de sonido, Svankmajer demuestra un conocimiento acabado del lenguaje cinematográfico, aquí al servicio de la libertad tanto de sus personajes como de su público. (Miércoles 11, a las 20.30hs, en el Cineclub Juan Oliva, Espacio INCAA, Ciudad de las Artes)

Allen y Wenders

La reposición de Blue Jazmine, la última película (seria) de Woody Allen, sobre la inesperada decadencia de una mujer de clase alta, punto de partida para un estudio no exento de un ostensible desprecio por la clase trabajadora, es una buena oportunidad para intentar pensar y revisar cuál es el verdadero alcance de la obra del director neoyorkino. Los acólitos dirán que se trata de una obra maestra y un estudio profundo sobre la psicología femenina apoyado en un trabajo formidable de Cate Blanchett. ¿Será así? El único modo de saberlo es viendo la película. (Del jueves 12 al domingo 15, en Cine Teatro Córdoba, 27 de abril 275)

En la Feria de Clásicos del Cineclub Municipal se proyecta Las alas del deseo, película clave en la filmografía de Wim Wenders por la incorporación consciente de una metafísica cristiana que en este caso parece funcionar como elemento de contraste con el tema fundamental del filme: la herencia ominosa del Holocausto en la Alemania de fin de siglo. La inolvidable presencia de Peter Falk, como un ángel reencarnado en hombre, justifica la película. (Jueves 12, a las 23hs, en el Cineclub Hugo del Carril, Bv. San Juan 49).

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