
BAZOFI 2020 (03): PINO POR PEÑA

Cómo se hizo el exilio de Gardel, Fernando Martín Peña, Argentina, 2010
Un reciente comentarista quiso menoscabar al cineasta fallecido sugiriendo que este era apenas un poco más que un publicista con ingenio, tesón y buenas intenciones. Basta este acercamiento retrospectivo y didáctico, pletórico en pormenores y anécdotas sin el descuido de evidenciar los lineamientos generales sobre la filmación de El exilio de Gardel, para contrarrestar la hiel discursiva de poco ingenio de aquel columnista que solo confió en su memoria lejana sobre el visionado de una obra cumbre del cine argentino (La hora de los hornos) y sus habituales caprichos para vindicar sus ocurrencias. El film de Peña se encarga de acopiar cualidades y ejemplos de cómo pensaba y vivía Solanas el oficio que jamás abandonó, aun cuando le dedicó gran tiempo de su vida a la acción política: el trabajo minucioso sobre los guiones, la traducción de una visión repentina en escena, la inspiración constante materializada en proyectos jamás filmados pero sí soñados, como también la elocuencia del cineasta para referirse a su poética conjuran cualquier duda sobre la grandeza de este y el conocimiento férreo sobre la materia de su oficio. Peña ejemplifica la enumeración precedente sin ambages: los apuntes obsesivos de Solanas en sus cuadernos de trabajo, los ensayos grabados por este y escenas de El exilio de Gardel se incluyen como testimonio de lo que Solanas dice en la entrevista; un concepto o un recuerdo específicos sobre la creación de una escena casi siempre tienen una secuencia o un plano como correlato. Solanas no es el único entrevistado, a menudo Eduardo Pavlovsky, Ana María Picchio, Gabriela Toscano, Félix Monti, Cesar D’Angiolillo o José Luis Castiñeira de Dios añaden sus impresiones y al hacerlo delinean sin proponérselo el entendimiento del cineasta sobre la interpretación actoral, la fotografía, el montaje y la música. Las idas y vueltas con Astor Piazzolla, equiparado con justa razón por Solanas con Stravinski, Debussy y Ravel, son tan increíbles como reveladoras de las personalidades del músico y el cineasta, y de los modos de dirimir con inteligencia diferencias políticas de peso. Cómo se hizo el exilio de Gardel cumple fielmente como complemento de aquel filme de Solanas en París, pero no deja de ser en sí una película sobre el cine y sobre un hombre de cine, porque como tal no se limita solamente a existir para iluminar a su objeto.
BAZOFI DE OXFORD 2020 (DESDE EL 19 DE NOVIEMBRE)
Roger Koza / Copyleft 2020
BAZOFI (2020)
1. Los planos plebeyos (ver aquí)
¡Muchas gracias, Roger! Queda subido y lo pueden ver gratis acá:
Roger
Aunque no creo ser el comentarista al que aludís en tu texto, he dejado alguna opinión sobre la obra y la personalidad de Pino en otro posteo tuyo («Pino Solanas 1936-2020: la historia con h mayúscula»), como siempre con la ilusión de que -como quien arroja una botella con un mensaje al mar- alguien lo lea. Y ahí sugiero que, más allá de la gran admiración que me despertaba Solanas (a quien incluso entrevisté en una ocasión), como cineasta creo que pueden objetársele cosas. Los panegíricos probablemente no le hagan justicia a su obra ambiciosa, agitada y por momentos apresurada (no voy a repetir lo que escribí en ese otro comentario, allí se resume un poco lo que pienso). Claro que una cosa es señalar altibajos o posibles contradicciones y otra el ninguneo o la burla.
Respecto a este documental, lo vi en Filmoteca Online y lo recomendé en redes sociales: realmente es un muy valioso rescate de testimonios y anécdotas. No hubiera estado mal programarlo en el Festival de Mar del Plata.
Abrazo.
Querido Fer: leí en su momento, quise responder y no pude; luego, al quedar afuera de los comentarios vistos a la derecha de la página lo olvidé. Comparto la apreciación que hiciste en su momento; y en el segundo texto que escribí -recuerdo- tuve presente tu señalamiento. No lo hice expreso, pero sí lo tuve en mente. Abrazo. R