The Stepford Wives, Bryan Forbes, Estados Unidos, 1975

No hace falta mucho esfuerzo para reconocer la diatriba firme y lúcida que la décimo segunda película del gran cineasta británico Bryan Forbes le dedica a la cultura patriarcal sobre la que se ha erigido el famoso sueño americano, acaso una perspectiva más aguda e impiadosa debido a que se trata del punto de vista de un extranjero. La inteligencia es ubicua: el plano inicial se resignifica completamente en el último, una escena al paso con un comentario menor de una niña frente a un hombre que cruza una calle de Manhattan llevando un maniquí femenino desnudo y lo que el padre le dice a su hija glosa todo lo que vendrá; la consistencia de la película resplandece en cada detalle: las palabras elegidas en cada diálogo, el perro de la casa, un dibujo, una referencia literaria, la indumentaria. El relato se circunscribe a la mudanza de una familia bien posicionada de Nueva York que elige una ciudad pequeña para cambiar de estilo de vida. Si bien la relación entre el abogado y su esposa, que quiere ser fotógrafa y no solo una ama de casa, parece albergar una discreta y aceptable felicidad, alguna que otra discrepancia permite intuir algunos signos de insatisfacción que en el contexto de la sociedad de Stepford adquieren otro sentido. Sobre un mínimo desajuste respecto del asimétrico poder en el corazón del matrimonio y la ostensible obediencia de la mayoría de las mujeres de la sociedad del pueblo frente a los hombres, la tensión dramática escala segundo a segundo sin estridencia alguna hasta alcanzar una dimensión metafísica y paranoica en su costado más ominoso, aquel en el que las supersticiones están teñidas de cualidades demoníacas. Este giro tardío de la trama no desdibuja la crítica social y menos aún la disimulada clarividencia filosófica ya presente desde la primera película de Forbes (Whistle Down the Wind ) respecto de la transmisión y la función de la creencia en una comunidad.

Sección: Película inaugural

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