UN PLAN BRILLANTE (FLAWLESS)

UN PLAN BRILLANTE (FLAWLESS)

por - Críticas
29 Nov, 2008 03:06 | Sin comentarios

**** Obra maestra  ***hay que verla  ** Válida de ver  * Tiene un rasgo redimible ° Sin valor

Por Roger Alan Koza

EL SECRETO DE LA BENEFICENCIA

 

Un plan brillante, Reino Unido, EE.UU, Luxemburgo., 2008.

Dirigida por Michael Radford. Escrita por Edward Anderson

° Sin valor

Otro bodrio insoportable que no deja de ser un documento interesante para pensar la concepción liberal del bienestar de los que casi, para ellos, no son humanos.

Los planos de apertura de Un plan brillante son promisorios. Una mano recoge del lodo esas piedras inexplicablemente valiosas para nuestra especie, los diamantes, y de allí se podrá ver el conjunto de operaciones que convierten a una piedra opaca en una mercancía cuya plusvalía excede todo examen racional. Del barro al pulgar de una dama pudiente hay un largo proceso de trabajo (y explotación).

El segundo paso tampoco deja de ser prometedor. Michael Radford compagina un conjunto de planos rítmicos poblado por mujeres modernas. Es nuestro tiempo, es Londres, la capital del viejo capitalismo, ahora con rostro femenino, aunque este pasaje propone una tesis sobre el lugar de la mujer en el mundo contemporáneo, su poder, la igualdad de géneros. Una supuesta conquista del género «débil» que debe tener sus crónicas de lucha y sus heroínas.

Y he aquí una versión de Demi Moore arrugada, una mujer avejentada quien fuera en la década del ’60 la primera ejecutiva de la ciudad en la que el Piccadilly Circus, que se ve en un plano en picado, resplandece. Una reportera joven habrá de hacerle una entrevista. La periodista escribe sobre las primeras mujeres líderes, y la única que todavía vive es aquella mujer (norteamericana) que trabajara en una corporación inglesa de diamantes. Pero la dama tutela un secreto.

De ahí en más el film transcurrirá en el pasado, en tiempos de la guerra fría y monopolios típicos de esa época, momento en el que esta líder incipiente participará de un robo perfecto, planeado por un viejo ordenanza (el gran Michael Caine), por el que se llevarán de la caja fuerte de la compañía toda la reserva de diamantes. ¿Cómo y por qué lo hicieron? La película se encargará de develarlo, aunque también habrá una moraleja bienpensante.

Formalmente rudimentaria y narrativamente esquemática, Un plan brillante no tiene nada de brillante y no hace honor a su título original: Flawless (‘sin defectos’). Como filme de suspenso no alcanza a producir ansiedad; menos aún deslumbra por la planificación del atraco en cuestión, enteramente inverosímil, de lo que se predica la falta de inteligencia de toda la película. Radford musicaliza la película plano tras plano. Es cierto que el cine dominante tiene horror al silencio, pero aquí el director de la sobrevaluada El cartero parece un disc-jockey. El único plano elegante es un travelling hacia adelante en el que Moore tendrá una pesadilla.

Pero lo verdaderamente obsceno y casi abyecto es el desenlace. Moore entrega una biografía a la joven cronista en la que revela su historia: su fortuna devino en beneficencia. Y así se la ve a la heroína de buen corazón posando con sus niñitos hambrientos de África, a la manera de esos conciertos de rock humanitarios. La beneficencia, la acción compensatoria de la injusticia propia de un sistema económico que produce miseria, celebrada y justificada. ¿Por qué sentir agradecimiento por las migajas que caen de la mesa del rico?, decía Oscar Wilde. Radford, seguramente, no lo leyó.

Copyleft 2008 / Roger Alan Koza

 Esta crítica fue publicada por el diario La Voz del Interior durante el mes de noviembre