29 FESTIVAL INTERNACIONAL DE CINE DE MAR DEL PLATA 2014 (04): JAUJA Y MELBOURNE

29 FESTIVAL INTERNACIONAL DE CINE DE MAR DEL PLATA 2014 (04): JAUJA Y MELBOURNE

por - Críticas, Festivales
24 Nov, 2014 03:23 | Sin comentarios

HOMBRES SOLITARIOS, HOMBRES CRUELES

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Por Santiago González Cragnolino

La competencia dio inicio con Jauja, quinta película de Lisandro Alonso, la muy publicitada primera incursión del director en el mundo de los guiones y el uso de actores profesionales.

Es la historia de un capitán danés (Viggo Mortensen) en medio de una expedición durante la conquista del desierto. El paisaje patagónico a orillas del mar es impresionante, entre los verdes de las pasturas y el musgo que cubre las piedras y el cielo celeste. En el plano que da comienzo a la película, de fondo, detrás de un soldado apoyado en una roca, se retuercen unos lobos marinos. Parecen criaturas fantásticas, lo que está muy a tono con el carácter enrarecido de la película.

Cuando la hija adolescente del capitán danés se da a la fuga con un joven soldado, Mortensen sale en su búsqueda. Alonso le dedica larguísimos planos al recorrido del capitán por medio del desierto y la película entra en el terreno más familiar a su estilo, de hombres que deambulan en plano secuencia, solos por el mundo. Mortensen encuentra bajo un árbol al joven amante de su hija. Está todo ensangrentado y no puede contestar la súplica del capitán, que decide cortarle el cuello. En ese momento un indio le roba su caballo y la búsqueda de Mortensen será casi absurda, pero el hombre decide seguir a pie y contra toda probabilidad, para encontrar a su hija. En un momento encuentra a un perro y comienza a seguirlo como si se tratara de una pista. Un plano muy lejano de Mortensen subiendo una montaña persiguiendo al perro resalta el absurdo de su empresa y lo desesperante de la situación, pero la mirada de la película es impasible. El director mantiene su distancia con su protagonista como si dijera: la soledad total del hombre no la puede remediar la compasión de un director de cine. Por otro, lado la naturaleza es hermosa. Finalmente la película toma un giro absolutamente fantástico, que rompe con el aparente realismo de Jauja y que deja un final abierto a la carrera de Alonso.

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Melbourne

La otra película del programa doble del día fue Melbourne, del iraní Nima Javidi y también toma distancia de sus personajes pero en un sentido diferente al de Alonso. Cuenta la historia de una pareja de clase media en Teherán que decide mudarse a la ciudad australiana del título. El día que van a viajar, una vecina les pide que cuiden por unas horas a su hija recién nacida. Cuando están terminando los preparativos, el hombre entra en la habitación donde duerma el bebé y se da cuenta que está muerta. Lo que sigue son los intentos de la pareja por evitar que se descubra lo que pasó con la criatura. La situación es cada vez más tensa, con personajes que entran y salen de la casa mientras los protagonistas tratan de sacárselos de encima. Evidentemente toda la premisa es una canallada, lo que uno no sabe es que tan lejos va a llegar el director con la crueldad hacia sus personajes.

Cuesta entender por qué filmar a estos personajes y sus decisiones nefastas. Cuando filma lo miserable que pueden ser las personas, ¿se trata de una impugnación al género humano?

El tono de la película es frío lo que la hace un poco engañosa, pero el director se regodea en la humillación: cuando deciden dejar el departamento, la mujer tira la leche por la pileta de la cocina; como el agua está cortada, empuja el agua por el caño y se mancha las manos. Se ve que Javidi es uno de esos cineastas que le tiene más fe al ingenio de sus metáforas que a la dignidad de las personas. Los planos en los que se ve al bebé, manipulado fríamente por los actores, utilizado prácticamente como utilería, confirman que el director usa las imágenes para atentar contra el público. A pesar de todo esto la película fue despedida con cálidos aplausos.

Santiago González Cragnolino / Copyleft 2014